"Dichosa edad y siglos dichosos aquéllos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío"   Don Quijote de la Mancha

martes, 10 de noviembre de 2015

Ciudadanos o Podemos, un análisis comparativo



El centro es un espacio muy muy reducido. Por eso creo, que ocupar la centralidad política es una tarea complicada que quizás hoy no haya conseguido completar ninguno de los partidos que quieren alcanzar ese espacio. Ciudadanos es un partido de centro-derecha; su programa económico neoliberal contiene muchas propuestas de carácter social, y eso podría desplazarle a la centralidad del tablero. Sin embargo, un examen de su programa y de las intervenciones en los medios de comunicación de sus dirigentes, exhala un “hedor derechón” que no pasa fácilmente desapercibido.

Ciudadanos es un partido que apenas ha cambiado desde su nacimiento; ha ido añadiendo nuevas propuestas a sus planteamientos políticos pero su línea directriz ha permanecido invariable. Esto es sin duda un tanto a su favor porque muestra una importante claridad de ideas. Además, ha mostrado hasta el momento una posición férrea ante la corrupción; los poquísimos casos que les han salpicado han sido atajados con rotundidad.

Podemos, en cambio, es un partido que nació siendo claramente de izquierdas pero que ha crecido sufriendo demasiadas mutaciones que le han llevado casi a ocupar un espacio político cercano a la centralidad desde la izquierda. Demasiados errores cometidos en muy poco tiempo le han llevado a perder un gran apoyo por parte de la ciudadanía, y ese apoyo, se ha trasladado casi en su integridad a Ciudadanos. Es lógico; hasta hoy, Ciudadanos ha demostrado tener mucho mejor los pies en la tierra que Podemos. El partido de Iglesias ha sido demasiado ambiguo en cuestiones demasiado importantes; ha confundido demasiado a la ciudadanía con un conglomerado de nombres de partidos políticos que se identificaban con ellos, pero que al mismo tiempo decían que no eran Podemos; ha incluido en sus listas electorales de sus marcas blancas personajes de muy dudosa reputación; ha sido incapaz de atajar de manera rápida y contundente algunas acusaciones que han causado mucho daño y que finalmente se quedaron en nada; ha variado intermitentemente algunas propuestas políticas que a día de hoy no están claras; pero lo peor de todo, han perdido la frescura y la sugestión lingüística, y por tanto, han desaparecido esas esperanzas e ilusiones que con tanto anhelo recogían muchos ciudadanos. La desaparición de la “alma mater” de la primera línea política -Juan Carlos Monedero-, se ha notado. Él y sólo él era el que realmente encarnaba la identidad del partido: la izquierda democrática, revolucionaria y pacífica.

Tanto en el programa de Podemos como en el de Ciudadanos podemos encontrar propuestas interesantes, muchas de ellas similares y muchas otras diferentes. Pero lo que realmente marca la diferencia entre Ciudadanos y Podemos no es lo concreto sino lo general, no es lo programático sino la manera global de ver el mundo y la sociedad, la manera particular de interpretar la realidad. Es por tanto en lo ideológico donde debemos poner el foco, porque es esto, lo ideológico, lo que determina lo programático. Por tanto, y a este nivel, podríamos decir que estos dos partidos presentan cuatro diferencias básicas: el constitucionalismo, la forma de Estado, la democracia y el modelo económico.


El constitucionalismo



Ciudadanos es un partido pro-sistema; pretende mantener las estructuras políticas, sociales y económicas tal y como ahora están definidas, llevando a cabo una serie de reformas que permitan mejorar el funcionamiento de las mismas. Centrándonos en lo esencial, pro-sistema significa ser constitucionalista, defensor de la monarquía parlamentaria, defensor de la democracia representativa y del neoliberalismo en lo económico. Estas son a muy grandes rasgos las grandes características que definen el pensamiento político de Ciudadanos y que no comparte Podemos.

Podemos es una partido anti-sistema; no pretende en absoluto destruir el sistema sino defender la necesidad de ir a la raíz del mismo, y desde allí, desde la propia raíz, repensarlo y replantearlo. A diferencia de Ciudadanos, no es un partido constitucionalista, pero ¿qué quiere decir esto?

Los partidos constitucionalistas son aquellos que utilizan la Constitución como garante del orden constitucional pero sin cuestionar ese propio orden constitucional. Esto se comprende fácilmente con el problema catalán. En Cataluña, desde hace algunos años existe un problema exclusivamente político que consiste en que aproximadamente la mitad de los catalanes quieren la independencia y la otra mitad no. Ante tal situación, el gobierno catalán buscó fórmulas que permitiesen encontrar un camino que diera salida a tal dificultad, y ante esa postura, los partidos constitucionalistas utilizaron la Constitución como escudo ante unas pretensiones que ni les gustan ni les interesan. Ante tal problema político, los partidos constitucionalistas optaron por el inmovilismo, por el no hacer absolutamente nada, esperando ingenuamente que el problema se resolviera solo, que los catalanes aceptaran sin más un orden constitucional de casi cuarenta años que no encaja de ninguna de las maneras con las necesidades sociales de la España de hoy. En Escocia optaron por la democracia para resolver este conflicto y lo resolvieron. En España se optó por la imposición, por el no dialogar, por el no escuchar, y hoy nos encontramos en el peor momento de las relaciones entre Cataluña y España desde hace décadas. Los partidos constitucionalistas han pretendido en algunas ocasiones resolver de manera jurídica problemas que tienen exclusivamente naturaleza política.

En cambio, Podemos no forma parte de ese grupo de partidos llamados constitucionalistas compuesto principalmente por PP, Ciudadanos, Upyd y quizás en menor medida el PSOE. ¿Quiere decir eso que Podemos pretende abolir la Constitución? En absoluto. Podemos pretende mantener nuestro sistema de derecho pero entendiendo la Constitución como un conjunto normativo que se adapte a las necesidades actuales de la ciudadanía y por tanto no utilizándola como escudo ante pretensiones ciudadanas que buscan una organización diferente a la actual. Es decir, es la Constitución la que debe estar al servicio de la ciudadanía y no la ciudadanía la que debe estar al servicio de la Constitución. De ahí la defensa del derecho a decidir por parte de Podemos; deben ser los ciudadanos y no desde las instituciones los que decidan cómo quieren vivir.

Muy relacionado con este asunto es el hecho de que los partidos constitucionalistas son defensores del positivismo. Es decir, es lo legal, es lo que está recogido en la ley lo que determina lo que es justo. En cambio Podemos, que no es positivista sino iusnaturalista considera que no es lo legal lo que determina lo justo sino lo justo lo que determina lo legal porque entre otras cosas, existe un derecho natural por encima del derecho de cualquier tratado jurídico.

La monarquía


Otra de las diferencias entre ambos partidos es lo que piensan sobre la forma política del Estado. Ciudadanos es partidario de su actual forma política, la cual está atada a la Constitución en su primer artículo. Para Podemos, en una verdadera democracia es la ciudadanía la que elige esa forma de Estado mediante votación y por tanto no puede estar vinculada a una Constitución de manera irreversible.



La democracia



La democracia representa otra de las grandes diferencias entre el partido de Rivera y el de Iglesias. Ciudadanos es defensor de la democracia representativa, que consiste básicamente en que la ciudadanía cada cierto periodo de tiempo -cuatro años en nuestro caso- elige al partido político que quiere que lo represente en las instituciones. Esta elección se hace en base a un programa político que describe el proyecto a realizar en los próximos cuatro años. Aunque ésta es un tipo de democracia muy extendida en los países occidentales, contiene algunos problemas que no es capaz de resolver. Por ejemplo, las leyes que se aprueban a lo largo de las legislatura, son leyes que la ciudadanía no conoce a la hora de votar, son leyes que no están recogidas en ningún programa electoral y que por tanto se aprueban sin ser refrendadas por la ciudadanía. De esta manera y en algunos aspectos, la democracia representativa consiste más bien en depositar la confianza en un partido político para que actúe según sus ideas que en otorgar a la ciudadanía la soberanía para que ella pueda decidir sobre cuestiones de enorme importancia para su futuro.

Podemos en cambio apuesta por la democracia participativa. Esta es similar a la representativa pero en ella la participación ciudadana en política no se limita al ejercicio del voto cada cuatro años sino que se establecen unos mecanismos de participación política que permiten a los ciudadanos interferir directamente en la política del gobierno, exigiendo medidas concretas sobre asuntos concretos. De esta manera el pueblo es realmente el soberano del poder político.


El modelo económico




Ciudadanos es un partido político claramente neoliberal aunque es perfectamente consciente de los problemas que esta doctrina político-económica ha causado en los últimos años. Es por ello por lo que incluye en su programa medidas sociales y económicas encaminadas a disminuir los efectos de sus principios. Tiene propuestas realmente interesantes pero al neoliberalismo no se le combate con medidas concretas o particulares sino con medidas mucho más amplias y mucho más generales.

Como bien sabemos, el neoliberalismo es esa doctrina política-económica que defiende lo abstracto a lo concreto, lo general a lo particular, lo grande a lo pequeño; la que antepone el crecimiento del 3%, las subidas de las bolsas, la liberalización de los mercados, la defensa de las multinacionales a los dramas de los desahucios, de la pérdida de empleo, de la desprotección social o de la desigualdad. El neoliberalismo es esa doctrina política-económica que se ocupa de los mercados pero no de las personas, la que ayuda a las grandes empresas pero no a las pequeñas, la que rescata grandes compañías pero abandona a las familias. El neoliberalismo es esa doctrina política-económica que ayuda y enriquece a los ricos para permitir sobrevivir a los pobres, que no duda en destruir nuestro ecosistema por unos millones de euros, que contamina nuestro agua, nuestro aire y nuestros alimentos para alcanzar una máxima productividad que se encuentra muy lejos de nuestra propia necesidad. El neoliberalismo es esa doctrina político-económica que pretende individualizar aquello que es colectivo, que pretende privatizar aquello que es público, que pretende la utilización y el disfrute por unos pocos de aquello que es de todos. El neoliberalismo es en definitiva, esa doctrina político-económica que justifica el beneficio económico aunque para conseguirlo haya que desprenderse de todo aquello de lo que depende la propia existencia humana. El arte, la cultura, la naturaleza, las personas, los animales, todo es mercancía, todo es un negocio en aras del beneficio económico.

Podemos, sin embargo, no es un partido neoliberal. No es tampoco un partido comunista pero asume en su forma de plantear la política un principio comunista básico: “a ninguna persona le puede faltar aquello que le es imprescindible para tener un mínimo de dignidad”. La banca pública -no con políticos sino con profesionales, del mismo modo que en la escuela pública o en los hospitales públicos-, las cooperativas, la renta básica, la alternativa habitacional para los desahuciados, la energía garantizada para todos, la auditoría de la deuda, las 35 horas semanales, la defensa de la pequeña y mediana empresa frente a la grande, o la protección medioambiental son algunas de las muchas medidas que están encaminadas a gobernar para la gente y no para las empresas.

Se trata por tanto de dos enfoques absolutamente diferentes: mientras Ciudadanos parte de lo económico tratando de llevar hacia ello lo social, Podemos parte de lo social tratando de llevar hacia ello lo económico. En definitiva solamente hay dos formas de construir el mundo: desde la libertad, o desde la justicia. Ciudadanos apuesta por la primera; Podemos por la segunda. Ciudadanos apuesta por gobernar para todos, satisfaciendo a los de arriba y a los de abajo, a los que tienen mucho dinero y a los que tienen poco. Pero si hay algo en el pensamiento de Marx que todavía sobrevive es aquello de que la lucha de clases es el motor de la historia.