"Dichosa edad y siglos dichosos aquéllos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío"   Don Quijote de la Mancha

domingo, 7 de abril de 2013

Los nuevos indignados

Durante estos últimos días, los diputados del PP se están mostrando muy indignados. ¡Vaya por Dios! Mucho me temo, que tendrán que crear un movimiento parecido al 15-M para presentar reivindicaciones que les protejan del acoso que están sufriendo. ¡Ah no, que tontería! ¡Si forman parte del partido del gobierno! ¡No necesitan ningún movimiento de este tipo! ¡Pueden hacer y deshacer las cosas a su antojo!
Resulta que mientras nos despertamos diariamente pensando en el nuevo caso de corrupción que aparecerá en los medios de comunicación, o en la indemnización desorbitada que recibirá algún político por despido improcedente, -menos mal que el PP abarató el despido-, o en las retribuciones astronómicas que recibirá algún directivo de banca por sus servicios prestados, -menos mal que la gestión de muchos de ellos fue nefasta-. Mientras nos despertamos pensando cuál va a ser el nuevo recorte que se aplique a los ciudadanos, o qué servicio público esencial se va a privatizar, o cuántos nuevos parados tendremos hoy, o cuántas personas serán desahuciadas, aparece el escrache. !Vaya! ¡Esto sí que es intolerable! ¡Inadmisible en una democracia! Pero, ¿qué se han creído estos bolcheviques? ¿Se creen que pueden rodear los lujosos hogares de los señores/as diputados, lanzar soflamas, alterando el bienestar de sus señorías? ¿Pero dónde se ha visto ésto?
Me da la impresión, de que cuando uno tiene la vida resuelta gracias a la fortuna de tener un trabajo muy bien remunerado, y además, en caso de perderlo, encontrar otro ipso facto gracias a sus circunstancias personales, debe ser, pienso, muy difícil ponerse en la situación de quien lo ha perdido todo. Debe ser así, digo, porque no solamente los diputados del PP están indignados con este movimiento, sino que también, a una buena parte de nuestra sociedad bien acomodada no les cabe en la cabeza el hecho de que en un país “democrático” como España sucedan estas cosas. ¡Vaya! No se si tendrá mucho que ver con todo ésto, aquello que decía Machado de que “es propio de hombres de cabezas medianas, embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza”.
A estos indignados, me gustaría preguntarles qué es lo que creen que deben hacer estos miles de ciudadanos que se han quedado sin hogar o están a punto de perderlo. A estos miles de ciudadanos sin trabajo, sin ningún tipo de ayuda económica para sobrevivir, sin ninguna esperanza a corto plazo. A todos estos ciudadanos, de los cuales, muchos de ellos están enfermos o son excesivamente mayores para tener capacidad suficiente de reconducir su vida. Creo que sería bueno saberlo, porque ya que nuestras instituciones no son capaces, o mejor dicho, quienes las dirigen, no quieren ocuparse de este tipo de problemas, quizá estos indignados a título personal les puedan dar una solución. Quizás les puedan proporcionar alojamiento gratuito en alguna de sus propiedades, ¿y quien sabe?, hasta a lo mejor les pueden dar una ayuda de 300 € mensuales para ir tirando.
Supongo que me responderán con las mismas palabras que se escuchan en los medios de comunicación a tanto “entendido” sobre estos asuntos: “En un Estado de derecho, en una democracia hay que respetar las leyes”. Claro, claro. No seré yo quien niegue esas palabras. Pero, ¿hasta cuándo hay que respetarlas? Porque en un Estado de derecho en el que el respeto y cumplimiento de las leyes provoca injusticias y desigualdades tan salvajes, en un Estado de derecho en el que es palmario la existencia de leyes que benefician y protegen a los menos y perjudican a los más, ¿dónde debe situarse la línea roja que separa la obediencia de la desobediencia civil?. Un país que tiene aversión a los referendum, un país donde los gobernantes se creen legitimados para seguir gobernando cuando incumplen todas las promesas con las que alcanzaron el poder, un país que únicamente permite alzar la voz a los ciudadanos cada cuatro años en procesos electorales, ¿qué alternativa nos queda? ¿Por qué estos “entendidos”, en lugar de atacar el comportamiento de quienes más desesperados se encuentran, no se muestran más comprensivos, y aúnan sus voces para exigir al gobierno una inmediata y exhaustiva revisión de la legislación vigente, con objeto de modificar todas aquellas leyes que no se correspondan con lo que se entiende como medianamente justo? Tiene bemoles, que haya sido la Unión Europea, la que le sacara los colores al gobierno por mantener una ley hipotecaria injusta y abusiva.
Mientras espero la respuesta de estos indignados, voy a aprovechar para explicarles a los diputados del PP, las causas que han llevado a que muchos ciudadanos practiquen el escrache. También habría que explicárselo a los del PSOE, porque son corresponsables de esta desgracia que nos ha caído a los españoles, pero como hoy, quien tiene capacidad de cambiar esta situación es el PP, me dirijo exclusivamente a ellos.
Habéis convertido la democracia en una plutocracia, gobernada por y para los mercados y grandes poderes económicos. Habéis convertido la democracia en un régimen oligárquico y corrupto, dirigido por castas políticas que no muestran el más mínimo interés por las necesidades, problemas y deseos de los ciudadanos. Habéis convertido la democracia en la ilusión anhelante de quienes quieren seguir creyendo en una justicia que represente a todos. ¿Qué pretendéis entonces ahora? ¿Pretendéis que los ciudadanos se queden de brazos cruzados ante vuestra desmesurada pasividad, mientras pierden en muchos casos lo único que tienen y por lo que han trabajado durante tanto tiempo? ¿Pretendéis que se queden de brazos cruzados ante vuestra desmesurada indiferencia, mientras ven cómo sus familias o sus vecinos encuentran en el suicidio la única salida a sus problemas?. ¿Pretendéis que se queden de brazos cruzados mientras las calles se convierten cada día en el nuevo hogar de cientos de personas, avocadas a la caridad de quienes tienen más humanidad de la que vosotros habéis mostrado? ¿Habéis tenido vosotros un comportamiento medianamente aceptable en relación a vuestras obligaciones y responsabilidades para exigir a los ciudadanos ahora un comportamiento que vosotros no habéis tenido? Y todavía hay quien tiene la desfachatez de llamar “terrorista” o “nazi” a quienes lo único que pretenden, es recuperar lo que les han quitado y normalizar un país que vosotros habéis arruinado.

Me gustaría recordaros, que la democracia, esa palabra que tanto os gusta nombrar pero tan poco practicar, es una forma de gobierno que ha sido posible en muchos países gracias a la desobediencia civil de sus pueblos, en situaciones en las que ya no era posible seguir soportando los abusos y las injusticias que ejercían unos pocos contra la mayoría. ¿Cómo si no se formó la democracia en los Estados Unidos de América? En un sistema democrático y de derecho hay que respetar las leyes, pero hay que cambiarlas de inmediato en el momento que se detecta que no son justas.
El escrache no es agradable para nadie, ni siquiera para quienes lo practican. El escrache no está justificado cuando emplea la violencia o la agresión, pero cuando es pacífico, se convierte en imprescindible como método de presión, en aquellas sociedades completamente rotas por la irresponsabilidad de sus dirigentes. No os quejéis tanto. Los ciudadanos están teniendo un comportamiento ejemplar. En Francia, por mucho menos, estarían ardiendo las calles. No os quejéis tanto. Es un precio excesivamente bajo el que estáis pagando por el excesivamente alto que tienen que pagar muchos ciudadanos a los que habéis arruinado sus vidas.

viernes, 8 de marzo de 2013

Chávez: verdades en silencio


La muerte de Chávez ha puesto de manifiesto una vez más, que en este país la verdad importa muy poco. Aunque no soy defensor de la política chavista ya que mi idea de hacer política va en otra dirección, no puedo dejar de indignarme ante la manipulación informativa que se produce en este país en relación a algunos temas. A este respecto, poca distancia nos separa de la última etapa franquista, en la que la información veraz de las cosas que pasaban en los primeros años de la década de los 70, no provenía de los medios de comunicación españoles, sino que provenía del extranjero, principalmente de Francia. Al igual que en aquella época, para conocer hoy la realidad de la política venezolana, hay que recurrir a medios de comunicación extranjeros independientes, donde dan una visión mucho menos frívola y mucho menos exagerada que los medios de comunicación que tenemos en nuestro país.

Los detractores de Chávez le acusan de no haber sido un demócrata. Muy probablemente haya sido así pero hay que recordar que Chávez ha ganado las elecciones en numerosas ocasiones, y después de más de una década, una buena parte del pueblo venezolano -que supera probablemente el 50% de la población- sigue estando a su lado. No está de más recordar también la sorpresa que se llevaron muchos americanos cuando oyeron decir a Jimmy Carter -que ha pasado a la historia de la política estadounidense por ser un gran defensor de los derechos humanos, además de haber ganado el premio nobel de la paz- que el sistema electoral venezolano era el mejor del mundo.

A Chávez le acusan también de gobernar un país corrupto (como si los españoles pudiéramos dar lecciones de ésto). Le acusan de codearse con grandes dictadores internacionales como Gadafi (como si en España no hubiera existido una época muy reciente en la que el presidente de gobierno de turno era un gran amiguito de este tipo). Le acusan de haber gastado mucho dinero en armas (debe ser que en España no se ha hecho algo parecido). Le acusan de influir en las decisiones de la justicia (como si aquí estas cosas no pasaran). Le acusan de dejar el país en la más absoluta pobreza (además de que no es cierto, estamos los españoles como para hablar de ésto). Le acusan de que ha incrementado enormemente la inseguridad ciudadana (en España también, aunque no tanto). Pero en Venezuela quien no tenía nada, ahora tiene algo (poco, pero algo). En España, quien nada tenía, nada tiene; quien tenía poco, tiene menos; y quien tenía mucho, ahora tiene más.

Aunque está claro que Venezuela es un país en el que la población tiene grandes necesidades, un país que necesita de una mayor libertad y mejorar en muchas cosas, se está pretendiendo silenciar en el nuestro, que en los últimos 12 o 13 años, Chávez, consiguió reducir la pobreza en Venezuela en un 33% aproximadamente (en ese periodo de tiempo en España aumentó considerablemente). Consiguió reducir la mortalidad infantil a casi la mitad. La renta per capita aumentó más del doble (en España ha disminuido drásticamente con la llegada del Euro). El desempleo se ha reducido a la mitad (en nuestro país ha aumentado drásticamente). La deuda pública de Venezuela es alta pero inferior a la de la zona euro y por supuesto a la de España, por no hablar que en Venezuela nadie se suicida porque le vayan a quitar su vivienda. Hay un reconocimiento internacional respecto a que los venezolanos más desfavorecidos han mejorado su calidad de vida con la llegada de Chavez. Además, consiguió también descender drásticamente el nivel de analfabetismo del país y los venezolanos disfrutan de una educación gratuita. Todas estas cosas no se cuentan, no interesa contarlas. Hay quienes dicen que todo ello es gracias al hecho de tener petróleo. Claro que sí, pero también el hecho de tener petroleo es muy buen detonante para subirse al carro del capitalismo salvaje y no lo ha hecho.

Quizás la revolución bolivariana no permita finalmente conseguir el desarrollo que Venezuela se merece. Quizás “el socialismo del siglo XXI” del que hablaba Chávez haya que enfocarlo de otra manera para no repetir algunos de los errores que Chávez cometió. Pero no se puede negar que la política de Chávez ha beneficiado considerablemente a millones de personas que se encontraban en la más absoluta pobreza y en la más absoluta marginalidad. Hay quienes piensan que Chávez fue un dictador. Que no olviden quienes así piensan que Chávez nunca se arrodilló ante los grandes poderes económicos, que son los que representan la nueva dictadura del siglo XXI.

Algunos links interesantes:
http://data.worldbank.org/indicator/SI.POV.NAHC/countries/VE?display=graph

miércoles, 23 de enero de 2013

España mítica


[...] Año 2030. España forma parte de los llamados Estados Unidos de Europa desde hace más de 15 años. En el inicio, allá por el 2015, los Estados Unidos de Europa se unen con unas pretensiones muy claras: construir un gran estado europeo que tenga como objetivo principal la igualdad de derechos y obligaciones entre todos los Estados miembros. Pero lo que nace como un ideal, con el paso del tiempo queda enterrado por el egoísmo y la avaricia de algunos. Los mini-estados más fuertes toman posiciones desde el inicio de la carrera, y hoy, 15 años después, disfrutan de una ventaja que resulta inalcanzable para algunos de los Estados miembros.

España no está ahí; está sin embargo en la cola del pelotón. Las ilusiones puestas en un principio se han desvanecido. Los españoles se sienten engañados. Muchos de ellos se consideran explotados. Han visto desde el año 2015 cómo disminuye su poder adquisitivo. Han visto incrementar su carga impositiva año a año. Las jornada laboral ha vuelto a aumentar a 10 horas como antaño. No hay paro pero la gente se empobrece y el consumo se reduce a mínimos en 50 años.

La sociedad no aguanta más. Está dividida. Una buena parte aboga por salirse de los Estados Unidos de Europa. Muchos ciudadanos consideran que les iría mucho mejor por su cuenta, sin estar vinculados a esas obligaciones que han ido cambiando con el paso del tiempo. Alemania y Francia escuchan, oyen las protestas españolas y les envían un mensaje muy claro. “Ustedes no pueden decidir de manera unilateral salirse de los Estados Unidos de Europa. Es una decisión que debemos tomar todos porque el hecho de que os vayáis nos afecta a los demás”.

Pero los españoles no son tontos; saben perfectamente que los demás estados no van a permitir que España se vaya. Alemania, Francia, Austria y algunos otros se están beneficiando de la situación española. España les exporta muchos productos a precios muy bajos. Los estados vecinos disfrutan de una calidad de vida de ensueño para una España que trabaja mucho; sí, trabaja mucho pero por sueldos miserables.

Ante un estallido social que va en aumento el gobierno español decide recorrer Europa. Se reúne con el dirigente francés, con el alemán, con el inglés y con muchos otros. Se queja ante ellos. Les comunica su disconformidad, la injusticia tan terrible que está cayendo sobre la sociedad española. Pero los estados vecinos miran para otro lado. Niegan las palabras del dirigente español. Ven a España como un país privilegiado. “Es el país con más empresas y fábricas de los Estados Unidos de Europa. Es el país en el que más se ha invertido en infraestructuras. Es el único país que no tiene paro. No tenéis derecho a quejaros, sois unos desagradecidos” le “escupe” el dirigente alemán a nuestro presidente.

Ante tal experiencia, el dirigente español regresa dolido a su país. Mediante un impulso de rebeldía, envía a la sociedad un mensaje claro y contundente: “Españoles, haremos un referéndum. Si votáis a favor, nos independizaremos de los Estados Unidos de Europa a pesar de lo que digan nuestros vecinos”. [...]

Esta es la crónica exagerada de una España mítica en el año 2030. Una España que tiene la percepción de que una vida al margen del Estado mejoraría sus condiciones de vida. Y es una percepción porque la realidad puede ser otra dependiendo de quien la mire. Basta con escuchar la crónica que hacen los estados vecinos sobre esta mítica España. Nada tiene que ver con la percepción de la sociedad española.

En ocasiones no es posible encontrar una verdad absoluta. Nos tendremos que conformar con una verdad relativa que estará determinada por la percepción que tengamos de las cosas. Nada tiene que ver Cataluña con esta mítica España excepto en un cosa: la percepción que tienen algunos de que es mejor vivir sólo que mal acompañado. ¿Cuántos de los que hoy niegan el derecho a decidir de los catalanes negarían también el derecho a decidir de los españoles en esta España mítica?. ¿De qué depende poder decidir o no poder decidir? ¿Acaso el hecho de que Cataluña haya pertenecido siempre al Estado español y esa mítica España no haya pertenecido desde siempre a esos Estados Unidos de Europa, es lo que justificaría la negación del derecho a decidir a Cataluña? El derecho a decidir está relacionado con la libertad, y más concretamente con la prioridad de las libertades. La libertad no entiende de verdades ni de mentiras, de realidades ni de apariencias; entiende de voluntades. Ya lo decía Victor Hugo: "La libertad es, en la filosofía, la razón; en el arte, la inspiración; en la política, el derecho".